domingo, 20 de noviembre de 2011

Rosalía Castro escribe poemas y vive en Madrid

Estoy empezando una nueva etapa en mi vida. Es la de la poalla, cotovía y papoula. Para los de mi quinta que no tengan hijos les diré que, traducidas al castellano, estas tres palabras son llovizna, alondra y amapola. Afortunadamente, los tiempos cambiaron y los niños de 8 años saben más galego que la mayoría de los de mi generación cuando acabamos COU. La nueva etapa a la que hacía referencia es la de padre con hija con deberes. La niña, que es preciosa como una papoula, llega a casa como una cotovía en medio de la poalla y el papá, o sea yo, que solo me enseñaron el adiós ríos adiós fontes de Rosalía de Castro (fue algo más, pero estoy exagerando a propósito) me las tengo que ingeniar para que la niña se crea que soy filólogo. Ahora que menciono a Rosalía, esta semana hablé con ella. Con una Rosalía Castro (así era el nombre original de la autora de Cantares gallegos), que es actriz. «A todo el mundo le llama la atención. Me dicen ?¡Ah!, como la poetisa?, y orgullosa que estoy», comenta Rosalía Quelle Castro, una joven de Burela (Lugo) que en abril cumplió 26 años y que ya hizo sus pinitos en series como El Comisario o, más recientemente, en Homicidios.
«Escogí el apellido de mi madre porque aquí en Madrid nadie acertaba a pronunciar lo de Quelle y Rosalía Castro se le queda grabado a todo el mundo», explica. En la última serie a la que hacía referencia tuvo un papel corto y desagradable. «Había un asasino que mataba a mulleres cegas e eu era unhas das vítimas», comenta, ahora en gallego. Impresiona el hecho de que un psicópata se cargue a Rosalía Castro. Mientras espera nuevos papeles, ensaya la obra de teatro Redention dirigida por Matías Ruiz y que cuenta con estrenar en febrero. Y entre ensayos y castings escribe poesía en castellano, gallego e inglés (los de mi generación somos unos inútiles). «Nunca publiquei, pero escribo poemas dende os 12 anos. A verdade que os temas que trato son coma os de Rosalía, o amor, a humanidade, e teñen tintes románticos», asegura.
La animo a que publique, para comprobar si se parece a Follas novas. La convenzo. «Porque o noso ollar tórnase esperanzador, cun brillo que arrastra o lóstrego das enerxías. Porque o vento sorpréndeme camiñando pola vida cunha explosión de bicos encarnados. Porque os finais limítanse a estar suspendidos e non me atrapan, liberdade». Ahí tienen a esta actriz gallega con el libro de Luis Alonso Girgado, Rosalía de Castro na súa vida, nos seus versos.
El ilusionista manco
Lo mejor de este trabajo de contar historias vitales es que te surgen cantidad de anécdotas. El martes, por ejemplo, fui a comer con Christoph Kammüller, un alemán criado en Holanda que es el nuevo director de comunicación de las bodegas Torres. Nunca antes había estado en Galicia. Comimos un pulpo regular y el hombre dijo que era el mejor que había probado en su vida. A lo que iba. Una de las personas con las que compartí mesa empezó a ofrecer el pan en la típica cesta y al llegar a mí me dijo: «Ya sé que tú no quieres, que estás a régimen, que te leo todos los domingos». Me hizo mucha gracia. Sonreí y le comenté que una amiga mía especialista en alimentación sana, Mayte Fernández, siempre dice que el pan al mediodía no es malo y además que el Colegio de Farmacéuticos acababa de presentar una campaña sobre sus beneficios pan. En definitiva, que me cogí el pequeño bollo de extraordinaria pinta y mejor sabor y el compañero de mesa se quedó convencido al escuchar mis teorías. El jueves tuve otra comida original, en este caso con René Lavand, el genial mago manco argentino. «Prefiero el término ilusionista», predica el artista de 83 años. Me invitaron los responsables de la Asociación de Dirección y Desarrollo de Personas (Aedipe), que contaron con René para que les diese su testimonio y su experiencia vital de superación, autoconfianza y desarrollo personal. Cabe recordar que el ilusionista perdió su mano derecha a los 9 años por culpa de un accidente de tráfico. «Empecé con la magia a los 7 años. Dos con ambas manos y el resto con una», comenta con gran sentido del humor. Los de este colectivo también podían ponerse en contacto con Raphael, que el próximo domingo actúa en el Palacio de la Ópera de A Coruña. «El año que viene sacaré un nuevo disco con canciones compuestas por Manuel Alejandro, con el que me vuelvo a juntar. En el 2012 espero tener tiempo para cumplir con un viejo sueño, recorrer Galicia de cabo a rabo», me dijo esta semana el incombustible artista de Linares.
Fran, a las setas
Fue con una cesta y le hizo falta hasta una caja. «Una pasada. ¡En dos horas! Y lo dejamos porque se hizo de noche. Además son de las buenas, de los boletus. Nunca vi cosa igual», me comenta Fran, el excapitán del Deportivo, que esta semana se fue con un amigo al monte y se puso las botas. «Es que mi colega es un experto. Cuando voy solo no las veo, pero él...», dice el futbolista. Yo no pude ir, me tocaban deberes de gallego.
Fuente: La voz de Galicia

sábado, 12 de noviembre de 2011

A las 11 horas, 11 minutos y 11 segundos del 11-11-11

11 Raúl Dopico Gantes, alumno del colegio Calasanz, nació el 11 de noviembre del 2000. Ayer cumplió 11 años. De nuevo el 11, el número más repetido ayer debido a la coincidencia del día, mes y año en el que estamos, el 2011. Raúl se acercó a los estudios de Radio Voz al igual que Marta Alonso, del Santa María del Mar, que ayer también cumplió años, en su caso 10. Ya va camino de los 11. Perdieron una hora de clase para celebrarlo en el estudio de radio y soplar las velas justo a las 11 de la mañana, 11 minutos y 11 segundos del 11 del 11 del 11. Hay más unos que en las tropas de Atila, aunque aquellos eran con hache. El año pasado la jornada especial, esa en la que algunos se atreven incluso a decir que se acaba el mundo, fue el 10 del 10 del 10, y el anterior el 9 de septiembre. Si a ustedes esto les parece una tontería, tranquilos, porque queda el 12 del 12 del año que viene y después se acaba el tema. Ahí tienen a Marta y Raúl posando en un día y a una hora especial. Raúl, que tiene muy claro a sus 11 años recién cumplidos que quiere ser periodista. Trajo incluso una fotocopia del libro de familia donde aparece la fecha de su nacimiento. «Me dijo mi madre que nací a las 11 de la noche», comenta. Por cierto, ayer llamó a la redacción un abuelo emocionado. «Es que estaba viendo la tele y salió una niña de Sevilla que nació hoy, 11 del 11 del 11, y yo también tuve hoy una nieta», comenta Ramón Pose. Los padres de la pequeña son Eva y Bruno Barona.
Fuente La Voz de Galicia





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